Este ultima premisa es tal vez el mayor condicionante. Para que un motor sea fiable debe ser a nivel interno muy equilibrado, no puede poseer vibraciones internas por desfases en los procesos de combustión y para ello las piezas móviles no pueden sufrir desgastes que hagan variar con el tiempo su equilibrio, y por supuesto su diseño, fabricación y montaje deben ser de altísima calidad y precisión.
Si lo pensamos bien, cualquier motor V6 de 3000 cc que existe en el mercado automovilístico ronda entre los 200 y 230 cv, no más, y su par esta entorno a 28-31 mkg con un régimen de giro máximo de 6500 r.p.m. en el momento de corte de inyección. Su peso ronda entre 165 y 180 kg. y su consumo medio esta entorno a los 12 litros cada 100 km., alcanzando como consumo umbral entorno a unos 25 litros en conducción deportiva.
Este tipo de motor se monta en berlinas de más de 4,5 metros de longitud y con un peso de más de 1500kg como norma general. Puede mover sin problemas a cualquier carrocería a más de 230 km./h y acelerar de 0 a 100km/h entorno a 8 segundos. Sin duda es una mecánica más que interesante para un sector del mercado donde por norma general suele ser la mecánica más enérgica para marcas como Renault, Citroen, Peugeot, etc... y que suele dar un resultado más que satisfactorio. Pero cuando hablamos de carreras de coches y en especial de Formula 1 hay que pensar sobre todo que las carreras duran 305 Km y se necesita toda la potencia posible respecto al rendimiento ideal de la mecánica que ofrece el reglamento con un consumo mínimo.
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